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¿Qué hacemos con las colonizaciones en América?

05/02/2025
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¿Qué hacemos con las colonizaciones en América?

05/02/2025

Porfirio Sanz Camañes, Universidad de Castilla-La Mancha

La Era de los Descubrimientos, para algunos también de la primera globalización, fue un período histórico que abarcó entre mediados del siglo XV y mediados del siglo XVII y se caracterizó por el descubrimiento de nuevas tierras, rutas comerciales y culturas, así como por la expansión marítima europea.

Los procesos de descubrimiento, impulsados por factores tecnológicos, económicos, políticos y religiosos, condujeron a fenómenos como el colonialismo, marcado por el establecimiento de colonias y la explotación de recursos en América, África y Asia.

Las diferentes formas de conquista

Las formas de conquista y colonización no fueron siempre las mismas por parte de los imperios de ultramar. Españoles, franceses, portugueses, ingleses y neerlandeses se apropiaron de las nuevas tierras y rutas comerciales, generando un sistema económico en el que se produjo la explotación económica del Nuevo Mundo.

Mapa en el que se ven los diferentes territorios colonizados en América.
Mapa en el que se ven los diferentes territorios colonizados en América. Mapa de libre disposición elaborado por el profesor José Javier Martínez.
  • La colonización española, bajo el sistema virreinal y con asentamientos permanentes, se basó en la búsqueda de metales preciosos y otras riquezas, sin olvidar la expansión territorial y evangelización cristiana. Tras la conquista de los grandes imperios precolombinos se dio paso a la encomienda y el repartimiento en una sociedad basada en un intenso mestizaje, con derechos recogidos en las leyes de indias –en ocasiones incumplidas– y estratificada según criterios raciales.

  • La colonización francesa, bajo control de la monarquía, se centró en el comercio peletero y favoreció el mestizaje y la cooperación con los indígenas. Predominaron comerciantes, misioneros jesuitas y soldados.

  • El modelo portugués, bajo monopolio de la Corona, se basó en la explotación económica del azúcar y otros productos tropicales. Creó una sociedad muy desigual, con colonos portugueses, africanos esclavos e indígenas, bajo unas condiciones laborales muy difíciles.

  • La colonización inglesa, con cierta autonomía colonial, estuvo fundada en una economía de plantaciones con mano de obra esclava en el sur y pequeños propietarios en el norte. En su expansión hacia el oeste aniquilaron tribus enteras, creando una sociedad mayoritariamente blanca y protestante.

  • El modelo neerlandés, centrado en el interés de las rutas comerciales y bajo control de las Compañías de las Indias, tuvo un menor interés en la evangelización o asimilación, y dio lugar a una sociedad multicultural de colonos y comerciantes, dura para los indígenas.

El fenómeno del colonialismo

El fenómeno del colonialismo se ha convertido en un terreno muy fértil para el debate historiográfico. Sin realizar un exhaustivo análisis, es necesario fijar algunas referencias aparecidas en las últimas décadas.

El historiador Anthony Pagden argumenta que una de las justificaciones centrales del colonialismo fue la idea de la “misión civilizadora”. Según esta concepción, las potencias europeas se percibían como portadoras de un nivel superior de civilización que tenían la obligación moral de transmitir a las sociedades consideradas “primitivas” o “atrasadas”. Un tema recurrente en la obra de Pagden es el uso del derecho natural y los debates filosóficos sobre si los indígenas americanos y otros pueblos no europeos eran plenamente humanos y, por lo tanto, sujetos de derechos.

Con mayor profundidad y desde una perspectiva cultural, Tzvetan Todorov reflexionó sobre la percepción del “otro” en la colonización, estudiando el impacto cultural y psicológico tras la conquista. Todorov plantea que el encuentro entre Europa y América fue un momento crucial en la historia de la humanidad porque puso en contacto a culturas completamente desconocidas entre sí. Sin embargo, este encuentro no fue equitativo ni inocente. El etnocentrismo europeo moldeó la percepción del otro y en lugar de reconocerles como iguales los europeos percibieron a los indígenas como aquellos que debían ser transformados o explotados.

Por su parte, el hispanista inglés John Elliott comparó, en un análisis detallado, los imperios coloniales español y británico. Personalmente, he revisado algunos de estos aspectos en el libro Cromwell contra el Imperio español (2022), centrado en la guerra anglo-española de mediados del siglo XVII y en cuestiones como las diferencias religiosas y los intereses estratégicos o comerciales.

Los efectos del colonialismo

Hoy en día no se discuten los profundos efectos económicos, políticos, sociales y culturales que tuvieron el colonialismo y otras formas de imperialismo tanto en las metrópolis europeas como en las regiones colonizadas de América, África y Asia.

Las consecuencias económicas se fundaron en la explotación de recursos naturales como oro, plata, especias y otros productos valiosos, la imposición de un sistema de encomiendas y mita, o el desarrollo del mercantilismo. Durante el periodo de la conquista se extrajo casi el 10 % del oro existente. A España llegó el llamado Quinto Real, que suponía el 20 % de ese 10 % anterior. Con el 80 % restante se pagó el proceso colonizador y se construyeron en América más de 2 000 ciudades, catedrales, iglesias, universidades, hospitales e infraestructuras de todo tipo.

Un grupo de nativos medio desnudos observan desde la playa la llegada de barcos a lo lejos.
Llegada a América, de Camilo Egas. MUNA

Además de las transformaciones geográficas y políticas, se produjo un impacto social y demográfico. Desaparecieron poblaciones indígenas enteras por el choque epidemiológico y la obligación de ejercer trabajos forzados, el mestizaje y la aparición de la esclavitud africana, al ser secuestrados millones de seres humanos de ese continente para trabajar en América en plantaciones y minas.

El impacto cultural y religioso también fue relevante, con la imposición del cristianismo, el sincretismo cultural y la implementación de sistemas educativos que promovían la cultura y los valores europeos.

El derribo de las estatuas

Actualmente, Cristóbal Colón y otras figuras de la conquista de América ya no ocupan el lugar de audaces descubridores o conquistadores, héroes y portadores de la civilización occidental. Más bien al contrario, se han convertido en algunos de los rostros acusados de la devastación y el terror que causó la colonización española en América.

De igual forma, en los últimos años muchas ciudades y países de la América hispana han atestiguado el derribo de decenas de estatuas y han reemplazado el Día de Colón por el Día de los Pueblos Indígenas, objeto de la barbarie. Por ello, quizá deberíamos preguntarnos: ¿se deben retirar o no estas estatuas y abrir una reflexión sobre su significado en nuestros días?

El tema no ha dejado de resultar polémico al vincular la conquista española con la leyenda negra y relacionarlo con el reciente debate moral de pedir perdón, más aún cuando algunos de estos imperios estaban tan conectados con la Iglesia católica y el cristianismo.

Toda leyenda tiene alguna base real, aunque después pueda someterse a exageración. Y durante la conquista española hubo abusos, corrupción y violencia contra las poblaciones indígenas. Este tipo de agresiones se conocieron gracias a la tarea de algunos cronistas, clérigos e ilustradores de la época, como Bartolomé de las Casas o Jan Theodor de Bry, que difundieron las vejaciones a las poblaciones indígenas, generando la opinión de que se intentó terminar con ellas.

Ilustración de unos conquistadores españoles vendiendo y obligando a comer carne humana a los nativos americanos.
Conquistadores españoles vendiendo y obligando a comer carne humana a los nativos americanos en el siglo XVI en una ilustración de Jodocus van Winghe en el libro Narratio regionum indicarum per Hispanos quosdam devastatarum verissima de Bartolomé de las Casas,1614. Wikimedia Commons

Sin embargo, de forma sistemática se prefirió contar con los nativos, enseñarles la lengua castellana y adoctrinarlos en la fe cristiana; contar con su mano de obra y con su trabajo. Como los conquistadores españoles fueron hombres que se dirigieron a América sin sus familias, se produjo un intenso mestizaje. En esto se diferenciaron de la conquista del norte de América, donde los puritanos ingleses prescindieron habitualmente de los nativos al hacer las indias acompañados de sus familias.

Cabría entonces hacerse las preguntas: ¿debemos juzgar los hechos del pasado a la luz de consideraciones actuales? ¿Cabe reconsiderar aquellas conductas y pedir perdón?The Conversation

Porfirio Sanz Camañes, Profesor de Historia Moderna (Catedrático de Historia Moderna), Universidad de Castilla-La Mancha

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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