Hace dos años pocos imaginaban lo que depararía aquel 2020 que tiñó de luto a miles de familias en nuestro país. En los primeros meses de la pandemia, en aquella primera ola del coronavirus, era imposible cuantificar el número de personas cuyas vidas terminaron abruptamente a causa del virus. Ahora podemos poner cifras al dolor. En Castilla-La Mancha murieron en 2020 un 30% más de personas de las que se preveía que hubieran fallecido ese año. Charlamos con Virgilio Gómez, matemático e investigador de la UCLM, coautor de un estudio internacional sobre la mortalidad en 2020.

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