Está colección se inició con la donación a los fondos del MIDECIANT realizada a finales de 2018 por los artistas Cesar Reglero, Antonio S. Ibirico y Salvador Benincasa, constituida a través de sus propias obras y colecciones particulares. A la que siguió la donación de Alfonso Aguado, Pere Sousa y José Emilio Antón.
El Mail Art está incluido dentro de los movimientos alternativos de activistas y artistas internacionales surgido desde los años 60 del siglo pasado, en la que se incluyen múltiples medios expresivos que se divulgan usando un medio postal. Junto con el Copy Art, la Performance y otras formas artísticas conceptuales, llegó a ser uno de los artes de vanguardia durante la segunda mitad del siglo XX. Asimismo, las mail artistas desbordaron el contenido del sobre hacia la intervención en el mismo sobre o sello, lo que se denomina “artistamps” o “rubber stamps".
Siempre partiendo de su carácter de libre expresión y no comercializador, en España el Mail Art, tuvo una gran acogida desde los años 70, expandiéndose durante los años 80 al extenderse el uso de las máquinas fotocopiadoras, siendo durante la siguiente década cuando su popularidad y participación vivió su mayor auge, con proyectos editoriales entre los que hay que destacar, desde 1994 la publicación de P.O.BOX, el primer fanzine de arte postal en España por la factoría Merz Mail en Barcelona, y el boletín de Mail Art y poesía visual BOEK.
Debido a su cercana relación con la poesía visual, la colección de Mail Art del MIDECIANT, se ha extendido recientemente también a esta forma de expresión experimental. Esta es una forma de poesía no verbal que mantiene la imagen como el elemento principal sobre el resto de los componentes. Esta colección está formada por obras como las de Julia Otxoa, Ferrán Fernández o Joaquín Gómez, entre otros.
La colección donada incluye todo tipo de Arte Postal y Poesía Visual, en la que podemos encontrar tarjetas postales y sobres de artista, sellos de artista, collages, tampografías, copy art, arte digital, objetos, poesía visual, grabados, dibujos, libros de artista, ediciones, fanzines, revistas ensambladas, material audiovisual y una gran cantidad de documentación sobre artistas de estos movimientos, sin olvidar decenas de catálogos autoeditados e información sobre convocatorias nacionales e internacionales que le han dado forma y vida, escapando de los circuitos oficiales durante las últimas décadas.